Este documento describe brevemente el arte islámico y el arte hispanomusulmán. Explica los referentes históricos del Islam y su expansión, incluyendo la conquista musulmana de la Península Ibérica. Luego resume las características generales del arte islámico, como su aniconismo y ornamentación geométrica. También resume los principales elementos de la arquitectura islámica como las mezquitas y palacios, haciendo hincapié en su urbanismo y decoración.
2. ÍNDICE
1. REFERENTES HISTÓRICOS
2. LOCALIZACIÓN Y EVOLUCIÓN ARTÍSTICA
3. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ARTE ISLÁMICO
4. URBANISMO
5. ARQUITECTURA
6. EL ARTE HISPANOMUSULMÁN (AL-ÁNDALUS)
4. La Arabia de antes de Mahoma era territorio de pastores (tribus nómadas
por el desierto) y de comerciantes (en las ciudades de La Meca y Medina).
Eran tribus politeístas, que también adoraban algunos elementos naturales
como la Piedra Negra (un meteorito, que se consideraba sagrado,
conservado en el santuario de la Kaaba en La Meca).
En ese contexto, hacia el 610, Mahoma comenzó a predicar una nueva
religión en la que había un único dios (ALÁ) y donde Mahoma era su único
profeta.
En sus inicios fue una religión más (con mucho de inspiración del
cristianismo y del judaísmo), pero cuando empezó a criticar a los poderosos
de La Meca y a tener cada vez más seguidores (criticaba abiertamente la
desigualdad en la ciudad), se convirtió en algo incómodo para los ricos
dirigentes de la ciudad.
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6. Éstos decidieron eliminar a Mahoma, el cual tuvo que huir de La Meca hacia
Medina el 622: se conoce como la HÉGIRA.
En Medina, Mahoma fue bien recibido y acabó convirtiéndose no sólo el
líder religioso de la ciudad, sino también en el líder político (la unión entre
Estado y Religión será un hecho común a lo largo de la historia del Islam).
Las ciudades de Medina y La Meca entraron en guerra y a penas 8 años
después de haber huido, Mahoma entró victorioso en la ciudad que lo había
perseguido.
A partir de ahí se inició una rápida expansión, con los sucesores de
Mahoma (murió el 632), que acabó convirtiendo al Islam (concepto que
hace referencia a una religión, pero también a un Imperio) en uno de los
grandes imperios de la Historia de la Humanidad.
En su historia destacaron dos grandes períodos: la dinastía Omeya
(661 – 750) y la dinastía Abasida (750 – 1258).
7. En el contexto de esa expansión, el año 711 los musulmanes penetraron en
la Península Ibérica: en la Península el reino visigodo estaba dividido en
dos bandos enfrentados (los partidarios de Akhila y los partidarios de
Rodrigo).
El bando de Akhila pidió ayuda a los musulmanes y éstos entraron en la
Península Ibérica el 711 como aliados del reino visigodo.
Derrotaron a Rodrigo en la batalla de Guadalete y una vez victoriosos,
decidieron ocupar el territorio: en a penas 7 – 8 años dominaron toda la
Península Ibérica a excepción de las montañas cantábricas y pirenaicas.
La presencia musulmana en la Península Ibérica se alargaría hasta el 1492,
cuando los Reyes Católicos ocuparon Granada y pusieron fin a al – Ándalus
(es como se conoció el territorio de la península ibérica bajo dominio
musulmán).
9. Los dominios geográficos del arte islámico se extienden por el Próximo
Oriente, por una gran parte de Asia, por el norte de África y por la Península
Ibérica.
Su importancia monumental y artística es rica y variada, y especialmente
interesante es la manifestación singular y espléndida del arte andalusí
(recordar que los musulmanes ocuparon la Península durante casi toda la
edad media).
10. Cronológicamente, el arte islámico abarca desde el siglo VII hasta la
actualidad.
Se puede afirmar que el arte islámico en su evolución seguirá unos
patrones parecidos en toda su historia (las pequeñas diferencias sobre un
modelo general se producirán por influencias concretas en cada territorio).
En el ámbito concreto de la Península Ibérica, el arte islámico comprende el
período 755 – 1492 (el 755 es el año en que el emirato de Córdoba se
independizó políticamente de Damasco).
A partir de ahí, el arte hispanomusulmán se puede dividir en tres períodos:
La época omeya y califal (755 – 1030).
Época de los reinos de taifa, almorávides y almohades (1031 – 1238).
La época nazarí (1238 – 1492).
12. El arte islámico es un arte esencialmente religioso, íntimamente ligado a
la expansión religiosa iniciada a partir del siglo VII.
Por tanto, una primera seña de identidad que caracteriza al arte musulmán
es su plena vinculación al hecho religioso, hasta el punto de no existir
diferencia entre lo laico y lo sagrado.
La propia palabra ISLAM significa “sumisión”, “someterse a Dios” y
MUSULMAN significa “creyente”.
De esta manera, la expresión artística queda totalmente configurada a partir
de la fe y de la influencia constante que ejerce sobre el creyente el CORÁN
o libro sagrado del Islam.
Pero el arte musulmán también estará ligado al poder de los CALIFAS
(recordar que éstos ostentaban tanto el poder político como el religioso): por
tanto, no hay que olvidar que Religión y Estado estarán muy unidos.
13. El arte islámico se apoyó en su capacidad de síntesis para asimilar las
características de los estilos artísticos de los territorios que conquistaron
(recordar que inicialmente la mayoría de árabes eran nómadas y no tenían
una tradición arquitectónica propia).
Por tanto, se puede decir que el arte islámico será en su origen un arte
ecléctico: utilizará elementos de otras culturas y los utilizará / ordenará /
sintetizará según su propio sentido artístico.
Así por ejemplo, del arte romano asumirá el uso de las columnas o los arcos
de medio punto; el arte bizantino copiará el uso de bóvedas y cúpulas para
cubrir los edificios; del Próximo Oriente adoptará el arco lobulado; del arte
visigodo el arco de herradura;…
Efectivamente, a todo ello añadió su propia idiosincrasia estética basada
sobre todo en su aniconismo: huir de la representación de figuras
humanas, especialmente si son sagradas.
14. El aniconismo del arte musulmán explica el predominio absoluto de la
arquitectura sobre las artes plásticas (la escultura tendrá un escaso
desarrollo, por no decir inexistente; la pintura y el mosaico tendrán una
simple función ornamental, para decorar la arquitectura).
La no representación de la figura humana llevará a una estética basada en
las representaciones geométricas, la abstracción y una gran riqueza
cromática.
En la decoración arquitectónica cabe diferenciar cuatro tipos básicos de
ornamentación:
La decoración DE LACERÍA, decoración geométrica.
La decoración DE ATAURIQUE, representación de hojas estilizadas.
La decoración DE ARABESCOS, donde se enlazan motivos
geométricos y figuras vegetales estilizadas.
La decoración EPIGRÁFICA, formada por textos escritos (normalmente
textos del Corán).
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16. Estos ornamentos solían realizarse sobre baldosas de cerámica que
posteriormente se barnizaban y que cubrían los muros.
Hay autores que señalan la existencia del “HORROR VACUI” o miedo al
vacío, en el sentido de que el arte islámico se caracteriza por decorar todo
el espacio disponible (en general los interiores, pero en algunos edificios
también el exterior).
17. En el ámbito decorativo, también son característicos del arte islámico LOS
MOCÁRABES, prismas colocados en posición vertical que cuelgan del
techo como si fueran estalactitas y que sirvieron para embellecer cúpulas,
bóvedas y arcos.
18. Por último, señalar que el arte islámico utilizó un ornamento arquitectónico
consistente en una moldura, generalmente rectangular, que enmarcaba un
arco o el vano de una puerta o ventana (podía arrancar desde las impostas
o desde e suelo), llamada ALFIZ.
El espacio más o menos rectangular resultante entre el arco y el alfiz se
denomina ALBANEGA (recordar enjutas romanas).
20. La ciudad desempeñó un importante papel de centro político y económico
en el mundo musulmán.
Las ciudades islámicas no respondían a un plan urbanístico definido sino
que seguían un trazado irregular y sinuoso.
Solían estar amuralladas (la parte interior de las murallas se denomina
“medina”).
Sus callejuelas y callejones iban confluyendo, de manera caótica hacia
las mezquitas, lugar de reunión de los creyentes.
La actividad de la ciudad giraba en torno a los zocos (mercados) que
creaban un ámbito arquitectónicamente pobre, de construcciones
amalgamadas que no rompían la horizontalidad del conjunto (casas de
uno o dos pisos de altura).
21. Las casas se organizaban alrededor de un patio y eran espacios privados
(la vivienda era un lugar de reclusión, donde el respeto a la intimidad era
norma casi sagrada).
Los baños ocupaban un lugar destacado en la vida cotidiana de la población
islámica: los había públicos y privados, lujosos y humildes, pero todos
proporcionaban a sus usuarios la necesaria higiene personal y espiritual,
además de ser lugares de encuentro y reunión.
Hombres (al amanecer) y mujeres (al atardecer) se alternaban en su uso y
disfrute (para las mujeres era una de las escasas ocasiones en que podían
relacionarse y salir del entorno doméstico).
Los baños islámicos eran herederos en su tipología de las termas de
tradición helenística y bizantina.
Dentro de la medina se distinguía la alcazaba, zona a su vez amurallada
y donde vivía el valí o gobernador de la ciudad.
Fuera de las murallas también podían haber casas y se conocían como
los arrabales.
24. En la arquitectura islámica se pueden señalar algunas características
técnico – constructivas generales.
los edificios tienen unas dimensiones regulares.
los materiales constructivos más utilizados son la madera y el ladrillo
(para embellecer el edifico, los muros se suelen cubrir con yeso,
azulejos y cerámica vidriada).
la decoración se realiza con motivos geométricos (estos elementos son
estilizados y esquemáticos, abstractos y alejados del naturalismo, y se
muestran reiterativamente): lacería, atauriques, arabescos y decoración
epigráfica.
la decoración exterior suele ser austera, en contraposición a los
interiores que destacan por la rica y variada ornamentación (se decora
todo el espacio = “horror vacui”).
25. como elementos sustentantes se utilizan sobre todo, las columnas y en
menor medida los pilares (más delgados de lo normal, ya que no deben
soportar techos muy pesados).
se utiliza el arco de herradura en la mayoría de las obras, pero además
arcos de medio punto, apuntados, lobulados,…
las cubiertas son variadas, destacando el uso de bóvedas y cúpulas:
bóveda nervada o de crucería califal, bóveda de mocárabes y bóveda
gallonada.
26. La arquitectura islámica se divide, básicamente, en dos tipos de
construcciones: las de carácter religioso y las de uso civil.
Dentro de los edificios religiosos sobresalen LAS MEZQUITAS.
La mezquita es el lugar de reunión de los creyentes para realizar la plegaria
colectiva.
Hay diversas tipologías de mezquita:
la mezquita de tipo hipóstilo o basilical (sala con columnas y cubierta
plana) = es la más habitual en el norte de África y en la Península.
la mezquita de planta central cubierta con cúpula (modelo otomano,
clara influencia bizantina.
la mezquita de patio central al aire libre con cuatro iwanes a los lados
(espacios cerrados por tres lados con cúpula) = modelo iraní (influencia
persa).
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28. La más habitual es la que tiene una sala con columnas y cubierta plana.
Sus partes:
Un patio porticado (SHAN) y descubierto. En él se encuentra el
ALMINAR o MINARETE (torre desde la que el muecín o almuédano
llama a la oración a los creyentes) y la fuente de las abluciones o SABIL
(donde los fieles deben purificarse antes de acceder al interior).
La sala de oración (HARAM): sala cubierta dividida en numerosas
naves perpendiculares al muro orientadas hacia La Meca (QUIBLA) y
donde se abre un espacio sagrado llamado MIHRAB. Cerca de este
espacio está el MIMBAR (lugar desde donde el imán dirige la oración).
En ocasiones, delante del mihrab se sitúa un espacio acotado
reservado para las autoridades (MAQSURA).
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30. Dentro de los edificios de uso civil destacan LOS PALACIOS.
Son conjuntos arquitectónicos destinados a servir de residencia a los
soberanos y a los príncipes musulmanes.
En ocasiones, tanto por sus dimensiones como por la complejidad y
diversidad de los espacios, llegan a ser verdaderas ciudades.
De dimensiones variadas, suelen estar divididos en dos partes: una zona
dedicada a la zona pública y una zona privada.
Estos conjuntos arquitectónicos habitualmente están poco ornamentados
por fuera.
Las numerosas dependencias del palacio suelen distribuirse alrededor de
un patio interior y a menudo disponen de abundantes jardines donde el
agua tiene una importancia primordial.
El recinto suele estar amurallado.
31. La Cúpula de la Roca.
687 – 692 (período Omeya).
Decorada entre 1540 – 1550.
Autor desconocido.
Planta central circular.
Estructura octogonal.
Cubierto con una gran cúpula
Cúpula sobre tambor.
El edificio alberga la roca
desde donde Mahoma
ascendió a los cielos.
En Jerusalén.
32. Arquería desarrollada en
forma circular en torno a
la roca.
Circulo exterior (8 pilares x 16 columnas).
Círculo interior (4 pilares x 12 columnas).
Cubierto con una gran cúpula.
33. Mezquita de Qairuán.
En tres fases (836, 862 y 875).
Autor desconocido.
En Qairuán (Túnez).
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35. Mezquita de Samarra.
848 – 852.
Autor desconocido.
Ladrillo cocido.
Aspecto exterior de
fortaleza.
Aspecto monumental
del Haram.
Minarete heliocoidal (zigurat mesopotámico).
En Samarra (Iraq).
36. Mezquita de Ahmad Ibn – Tulun.
876 – 879.
Autor desconocido.
El Cairo (Egipto).
37. Alminar de la mezquita de Kutubiyya.
1157 – 1195.
Contemporánea de la Giralda.
Autor desconocido.
Planta cuadrada.
Arcos entrelazados.
Marrakech (Marruecos).
38. Mezquita de Solimán el Magnífico (Mezquita Azul).
1550 – 1557.
Mimar Sinán.
Mezquita de planta central
cubierta con cúpula.
Inspirada en Santa Sofía.
Cúpula sobre pechinas.
Estambul (Turquía).
40. En el contexto de la expansión musulmana hacia Occidente a través del
norte de África, el año 711 los musulmanes penetraron en la Península
Ibérica: en la Península el reino visigodo estaba dividido en dos bandos
enfrentados (los partidarios de Akhila y los partidarios de Rodrigo).
El bando de Akhila pidió ayuda a los musulmanes y éstos entraron en la
Península Ibérica el 711 como aliados del reino visigodo.
Derrotaron a Rodrigo en la batalla de Guadalete y una vez victoriosos,
decidieron ocupar el territorio: en a penas 7 – 8 años dominaron toda la
Península Ibérica a excepción de las montañas cantábricas y pirenaicas.
Los musulmanes siguieron su expansión hacia el norte, pero la derrota en la
batalla de Poitiers frente a los francos (dirigidos por Carlos Martel) significó
que esa expansión se detuviera en los Pirineos.
La presencia musulmana en la Península Ibérica se alargaría hasta el 1492,
cuando los Reyes Católicos ocuparon Granada y pusieron fin a
al – Ándalus (es como se conoció el territorio de la península ibérica bajo
dominio musulmán).
41. En el ámbito concreto de la Península Ibérica, el arte islámico comprende el
período 755 – 1492 (el 755 es el año en que el emirato de Córdoba se
independizó políticamente de Damasco).
A partir de ahí, el arte hispanomusulmán se puede dividir en tres períodos:
La época califal (755 – 1030).
La época de los reinos taifa, almorávides y almohades
(1031 – 1238).
La época nazarí (1238 – 1492).
El arte hispanomusulmán o andalusí siguió las características generales del
arte islámico (uso tanto del sistema abovedado como el adintelado,
predominio absoluto de la arquitectura, aniconismo, decoración geométrica,
influencias de otras culturas,…), pero también mostró algunas
particularidades.
42. Así por ejemplo, absorbieron elementos del arte romano y elementos del
arte visigodo.
Utilizaron indistintamente el arco de medio punto (de influencia romana) y el
arco de herradura, tomado este último de los edificios visigodos y que, con
pequeños cambios, convirtieron en el denominado arco de herradura
andalusí.
Emplearon como material de construcción la piedra combinada con el
ladrillo, al igual que hacía Roma (permitía una mayor resistencia con un
peso menor).
Esta mezcla de materiales fue propia del arte andalusí: la mayor parte de
las artes musulmanas utilizaban materiales pobres (adobe / ladrillo), sobre
todo debido a la dificultad de conseguir materiales más duros en algunas
zonas.
Otra particularidad andalusí, que le dio una valoración estética propia, fue el
uso de dovelas bicolores.
43. MEZQUITA DE CÓRDOBA.
Construida inicialmente el 785 – 788 en tiempos de ABDERRAMÁN I y con
sucesivas ampliaciones: el 833 por orden de ABDERRAMÁN II; el 855 por
orden de AL - HAKAM II; entre el 962 y el 966 se amplió el patio por orden
de ABDELRRAMÁN III; y el 987 por orden de ALMANZOR.
A partir del 1523 se
construyó la actual
catedral cristiana.
Período califal.
Autor desconocido.
Piedra, ladrillo, madera
y yeso en la decoración
178 m. x125 m.
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46. El exterior parece una muralla, sin fachada principal, salpicada por
numerosas puertas de acceso.
Sobresalen los contrafuertes, acabados en almenas.
Las puertas, de inspiración romana, constan de tres cuerpos: uno central
con la abertura de acceso y dos laterales que simulan puertas ciegas.
La parte superior de las puertas están profusamente decoradas con arcos
de herradura o lobulados y celosías.
En el muro occidental se levanta el antiguo minarete (convertido en
campanario cristiano).
47. El interior se divide en dos partes diferenciadas: el patio de las naranjas
(SHAN) y la sala de oración (HARAM).
En el espacio descubierto está el minarete, el sabil (con 4 fuentes) y un
conjunto de naranjos alineados con las naves de la sala de oración.
A este espacio se accede a través de 19 puertas que se corresponden con
las naves en que se divide perpendicularmente la sala de oración por medio
de un bosque de 514 columnas.
48. En la sala de oración, el edificio inicial de 11 naves (el de Abderramán I), las
columnas se levantaron reutilizando los fustes y los capiteles de mármol y
granito de anteriores edificios romanos y visigóticos.
Para compensar la poca envergadura de las columnas, se ideó un
ingenioso sistema de dos arcadas superpuestas (de herradura en la parte
inferior y de medio punto en la parte superior), con las que se llegó a los
11’5 m.
49. En un primer nivel, los arcos de herradura descansan sobre columnas y
estos arcos contrarrestan las presiones laterales que ejercen las pilastras
que hay en la parte superior y sobre la que descansan los arcos de medio
punto (que a su vez soportan la cubierta de dos aguas).
Con dovelas bicolores (el blanco de las piedras y el rojo de los ladrillos).
50. En el muro de la quibla, orientado a Damasco, se halla el mihrab, que
quedó descentrado tras la ampliación de Almanzor (se añadieron 8 naves).
51. Delante de este espacio sagrado se sitúa la maqsura, lugar reservado a las
autoridades.
52. Esta zona queda muy iluminada gracias a una serie de cúpulas que se
levantaron a partir de un sofisticado sistema de arcos entrecruzados pero
dejando el centro libre (BÓVEDA CALIFAL).
53. La Giralda de Sevilla.
1172 – 1198.
Período almohade.
Antiguo minarete.
Coronación siglo XVI.
Piedra y ladrillos.
Decoración con “paños
de sebka”.
54. La Torre del Oro (Sevilla).
1220.
Período almohade.
Planta dodecagonal.
Torre de vigilancia.
55. ALHAMBRA DE GRANADA.
Construida entre los siglos XIII y XIV.
Período nazarí.
Arquitecto desconocido.
720 de largo x 220 de ancho.
Ladrillo rojo.
Palacio más antiguo, más bello y
mejor conservado de los palacios
árabes que quedan en el mundo.
Ciudad palatina, concebida y edificada para el uso de sus funcionarios y
servidores.
Todo el conjunto está perfectamente integrado con el entorno.
56.
57. El exterior es un recinto amurallado en forma de navío.
Los más de 2 km de muros exteriores, con torreones salpicados de
pequeños vanos y reforzados por unas treinta torres, ofrecen una visión
sobria que nada tiene que ver con el espléndido interior que ocultan.
Un recinto militar, para la guardia de élite,
garantizaba la seguridad interior del sultán,
su familia y las instituciones de
gobierno; a su vez, era una ciudad
castrense independiente,
estratégicamente situada en el extremo
occidental del recinto y bien comunicada
con el resto de la Alhambra.
Separada del anterior, extendiéndose a lo largo del lado norte, existía toda
un área palatina y edificios de carácter administrativo y espacios para la
reuniones y las audiencias.
58. Dentro del recinto hay grandes puertas con arcos de herradura que
permiten el paso de unas zonas a otras.
59. La sala de reuniones (zona pública).
Se observa la llamada columna nazarí: columna de
fuste cilíndrico y el capitel de dos cuerpos, uno
cilíndrico decorado con cintas y otro cúbico decorado
con ataurique.
60. Los palacios están organizados entre patios y jardines, donde el agua y la
vegetación juegan un papel primordial.
Patio de los Arrayanes