2. ¿Qué es agricultura urbana?
La agricultura urbana es un sistema de producción de alimentos que se define como la práctica agrícola
que se realizan espacios urbanos dentro de la ciudad o en los alrededores (agricultura urbana y
periurbana), en zonas blandas (antejardines, lotes) o en zonas duras (terrazas, patios), utilizando el
potencial local como la fuerza de trabajo, el área disponible, el agua - lluvia, los residuos sólidos;
articulando conocimientos técnicos y saberes tradicionales, con el fin de promover la sostenibilidad
ambiental y generar productos alimenticios limpios para el autoconsumo y comercialización,
fortaleciendo el tejido social.
La agricultura urbana o periurbana es la práctica de una agricultura (con cultivos, ganados, pesca, y
forestación) dentro o en los alrededores del área urbana. La tierra usada puede ser privada residencial,
balcones, paredes o techos de edificios, calles públicas o márgenes y antiguos sotos deforestados de los
ríos.
3. La agricultura urbana es la practica de una agricultura (con
cultivos, ganados, pesca, y forestación) dentro o en los
alrededores del área urbana.
La tierra usada puede ser privada
residencial, balcones, paredes o techos de edificios, calles
públicas o márgenes y antiguos sotos deforestados de los
ríos.
La agricultura urbana se practica para actividades de
producción de alimentos. Contribuye a la soberanía
alimentaria y a alimentos seguros de dos maneras:
incrementando la cantidad de alimentos disponibles para los
habitantes de ciudades, y 2º provee vegetales y frutos
frescos para los consumidores urbanos.
Debido a que promueve el ahorro de energía la producción
local de alimentos, la agricultura urbana y periurbana son
actividades de sostenibilidad. También plantea otro tipo de
problemas y conflictos sociales, derivados por ejemplo de la
utilización de terrenos privados abandonados para la
ubicación de "huertos familiares" clandestinos. También
estas actuaciones incontroladas pueden plantear problemas
derivados de la falta de calidad de las aguas utilizadas para
el riego, a menudo aguas residuales. Requiere además de un
tipo de gestión que va más allá de los agronómico o incluso
lo social, pues pasa a ser un aspecto de la ordenación
urbanística.
4. Los retos de la urbanización
El índice de pobreza en muchas ciudades está aumentando, y una proporción cada vez mayor
de residentes urbanos encuentra dificultades para acceder a los alimentos que necesitan. En
muchos países en desarrollo, los pobres urbanos gastan el 60 por ciento o más de sus
ingresos en comida.
Los problemas se complican debido a las carencias en la infraestructura para el transporte de
alimentos a los centros urbanos. Las largas distancias, carreteras en mal estado y el caos
urbano y la sobrepoblación hacen que se pierda entre el 10 y el 30 por ciento del producto
durante el transporte.
Además, el moderno estilo de vida en las grandes metrópolis induce a cada vez más gente a
consumir más grasas y comida rápida y menos fibra y comida casera, por lo que los países
en desarrollo se enfrentan a un doble reto: por un lado el fantasma del hambre y por otro el
rápido incremento de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras
patologías relacionadas con una dieta inadecuada.
5. Producir alimentos en las ciudades
La agricultura en zonas urbanas y periurbanas puede ayudar a mejorar la seguridad
alimentaria de diversas formas: producir alimentos en casa o a través de una
cooperativa reduce el gasto para las familias pobres, pone más alimentos a su alcance y
reduce la escasez estacional de productos frescos. También, al incrementar la
diversidad y calidad de los alimentos consumidos, puede mejorar de forma significativa
la calidad de su dieta.
Las ventas de los excedentes pueden además generar ingresos que se utilicen para
comprar más alimentos. Incluso los pequeños "micro-huertos" pueden rendir hasta
3 dólares EE.UU. al día para las familias con menos recursos, según la FAO. No es
poco si se tiene en cuenta que cerca de 1 200 millones de personas viven con menos de
un dólar EE.UU. al día, y que casi 3 000 millones lo hacen con menos de dos dólares
diarios.
6. Éxitos y dificultades
En la ciudad de Dar es Salan, capital de Tanzania, 650 hectáreas son utilizadas para la
producción de hortalizas, proporcionando ingresos a 4 000 campesinos. Gracias a un
proyecto de la FAO en Dakar, Senegal, los huertos de tomates de un metro cuadrado en
las azoteas producen entre 18 y 30 kilogramos de tomates al año.
A pesar de su importancia creciente, la agricultura urbana se enfrenta a numerosas
dificultades, como la falta de terrenos apropiados, incertidumbre sobre la propiedad de
la tierra, acceso insuficiente al agua de riego de calidad adecuada, falta de
conocimientos técnicos y escasez de inversiones.
7. LAS ESPECIES CULTIVABLES EN BOGOTÁ
En la Sabana de Bogotá se pueden producir más de 60 especies vegetales entre
hortalizas, granos, tubérculos, cereales, seudocereales, medicinales y especies frutales.
La Agricultura Urbana que se puede practicar en áreas periurbanas y urbanas produce
buena parte de las especies cultivables en este piso térmico. Es importante, sin
embargo, el conocimiento del comportamiento agronómico de las diferentes especies
para lograr una mejor producción cuando su siembra se hace en recipientes, guacales, o
en pequeñas áreas de suelo blando en los patios traseros de las casas.
Plantas medicinales:
8. Planta Siembra Germinación (días) Cosecha (días)
Acelga Directa 8 a 12 90 – 100
Ajo Semillero 10 180
Apio Semillero 20 a 30 90 a 120
Cebolla larga Directa 12 a 20 120
Cilantro Semillero 20 a 30 45
Coliflor Semillero 7 a 12 120
Espinaca Directa 7 a 10 60 en adelante
Lechuga Semillero 6a7 70 Cuando inicia
Perejil Directa 20 a 30 floración
Rábano Directa 5a8 30 a 35
Repollo Semillero 7 a 10 70 a 80
Remolacha Semillero 7 a 10 80 a 90
Tomate Semillero 12 a 20 90 a 120
Zanahoria Directa 7 a 12 90
9. Plántulas de hierbas aromáticas, medicinales y condimentarías: Svevia, flor de
Jamaica, albahaca, estragón, romero, menta, tomillo, orégano, salvia, anís,
eneldo, hinojo, toronjil, cedrón, mejorana, cebollín, ají, cilantro, valeriana,
lavanda, manzanilla, ruda, jengibre, achiote, morellanas, entre otras.
Pastos y forrajes: moringa, Maní forrajero, entre otro
forestales: alisos, acacias, cedros, tecas, entre otros.
Especies ornamentales.
Aceites esenciales de plantas aromáticas.
Cursos y asesorías en producción y manejo de cultivos, abonos, biofertilizantes
y microorganismos (todo orgánico).
10. fertilizante:
es un tipo de sustancia o denominados nutrientes, en formas químicas saludables y
asimilables por las raíces de las plantas, para mantener y/o incrementar el contenido de
estos elementos en el suelo. Las plantas no necesitan compuestos complejos, del tipo de
las vitaminas o los aminoácidos, esenciales en la nutrición humana, pues sintetizan todo
lo que precisan. Los hay en una docena de elementos químicos, que deben presentarse
en una forma que la planta pueda absorber. Dentro de esta limitación, el nitrógeno, por
ejemplo, puede administrarse con igual eficacia en forma de urea, nitratos, compuestos
de amotino o amoníaco puros.
Fertilizando con nitrógeno un campo de maíz, en Estados Unidos.
11. Fertilización de las plantas y el terreno:
Cuando las plantas crecen en condiciones naturales, el suelo le suministra normalmente
todos los nutrientes que requieren. Con la introducción del cultivo intensivo se observó
la aparición de ciertos síntomas, como amarille amiento, enanismo, etc. y, por supuesto,
una menor cosecha, que pronto se asoció a la falta en el suelo de suficiente alimento
para soportar el crecimiento de un mayor número de plantas por unidad de superficie,
ya que la utilización empírica de estiércol o de algunos productos minerales paliaba los
síntomas y mejoraba los rendimientos.
La introducción de conocimientos científicos, la escasez de materia orgánica y la
necesidad de incrementar la producción de alimentos llevó a la utilización de abonos
minerales de forma intensiva. Esta práctica junto con el uso de variedades de plantas
que podían aprovechar más eficientemente esta fertilización constituyó en los años
cincuenta lo que se conoció como la revolución verde que libró del hambre a millones
de habitantes del planeta.
12. ¿Cómo elegir un fertilizante?
Las plantas elaboran parte de su alimento extrayendo del suelo agua y oxígeno, como
también hidrógeno y carbono del aire, pero para completar su alimentación necesitan
absorber de la tierra nutrientes minerales y vegetales. Los fertilizantes y abonos se
encargan de entregar y devolver a la tierra los nutrientes necesarios para el adecuado
crecimiento de plantas, árboles, prados y arbustos. Aquí le contaremos todo acerca de
los fertilizantes, sus tipos y cómo elegir el más adecuado según cada caso.
Todos los suelos poseen una cierta cantidad de nutrientes vegetales provenientes de la
parte mineral del suelo (arena, arcilla, etc.) y del humus generado por el reciclaje de
materias vegetales y animales caídas sobre la superficie (hojas, raíces muertas, etc.). Al
cultivar las plantas, el equilibrio se altera, pues el proceso de reciclaje natural de los
elementos esenciales del suelo es más lento de lo que demora la planta en utilizarlos.
13. Lo que debes saber de los fertilizantes
Una parte de los aportes de nutrientes proviene de los
abonos orgánicos tales como compost y estiércol, pero
su principal fuente de suministro son los
fertilizantes, que aportan cantidades considerables de
1 ó más de esos nutrientes, sin aumentar de manera
importante la cantidad de humus contenido en el
suelo. La proporción de los nutrientes dependerá del
origen y fabricación del fertilizante.
Los fertilizantes reponen los nutrientes eliminados
del jardín al ser utilizados por las plantas, lavados del
suelo por el agua de lluvias y riego, podas, barrido de
hojas y corte de pasto. Cada vez que se realiza alguna
de esas labores se debe reponer la fertilidad perdida
por medio de fertilizantes.
14. Qué es un huerto escolar?
Un huerto escolar es un terreno de medidas variables (según disponibilidad del centro) en
el que los alumnos siembran, cultivan y recogen hortalizas y verduras. Aunque el lugar
idóneo para tener un huerto escolar es una parte del terreno del centro, es posible cultivar
determinados alimentos en balcones, azoteas y cajas. ¡Lo importante es la dedicación de
alumnos y profesores! A más de obtener los frutos que de la tierra, los alumnos se verán
involucrados en una actividad de sensibilización y conocimiento de la agricultura, el
proceso de abastecimiento de distintas materias y su transformación hasta la conversión en
residuos.
Todo ello se verá reforzado con por profesores que deberán inculcar valores como el
consumo responsable de productos y la sostenibilidad. Otro aspecto positivo de los huertos
escolares es que esta actividad ayudará a reforzar conocimientos dados en las aulas, como
la composición del suelo, el ciclo de lluvias o el proceso obtención de alimento por parte de
las plantas.
15. Los requisitos :
la construcción de un huerto escolar son disponer de un espacio de terreno o algún tipo de
recipiente para cultivar los alimentos, comprar o elaborar abonos (los naturales son mejores)
y conseguir unas pocas herramientas para sembrar. Si el profesor no tiene conocimientos de
agricultura, deberá buscar un manual que indique las épocas de siembra, los cuidados
necesarios para las plantas y cuándo recoger las verduras o frutas. Una buena idea, para no
agotar los recursos de la tierra es alternar plantas con pocas necesidades de suelo con otras
que requieran grandes cuidados, por ejemplo, alternar garbanzos y lechugas. Los gastos que
tiene un huerto escolar, como has podido intuir, son bajos aunque los beneficios en la
educación de los niños son considerables.
Así que no te lo pienses más, si eres un profesor propón hacer un huerto escolar en tu centro
educativo; si eres un padre coméntalo en la próxima reunión de la asociación de padres. ¡Los
niños se divertirán y aprenderán mucho sobre la naturaleza!
16. En este proceso se trabaja el desarrollo de una huerta escolar, en la cual se ha hecho una siembra
inicial de cebolla, coles y pimentón.
En el CENTRO EDUCATIVO se preparó una pequeña área para la implementación de esta huerta
y a su vez se ha convertido en un espacio educativo y una experiencia vivencial para enriquecer el
proceso enseñanza aprendizaje de cada uno de los estudiantes.
La huerta escolar sirve como herramienta didáctica para desarrollar en los niños la capacidad de
observación, la exploración e investigación hacia nuevos conocimientos, hacia el cuidado de los
seres vivos y su importancia para la existencia del hombre.
Esta experiencia le permite a los niños relacionarse, compartir, disfrutar, y aprender para
enriquecer su proceso de socialización, también es un espacio que le permite desarrollar una
cultura emprendedora, trabajar en equipo, planificar actividades conjuntas, asumir
responsabilidades y definir logros comunes.
La huerta escolar es un proyecto pedagógico que les permite a los niños desarrollar y lograr
mayor dominio sicomotor, socio afectivo y cognitivo a través de cada una de las actividades que
se realiza dentro de este ya que son de gran importancia en su formación integral.
17. El compost:
Es un abono natural que se forma a partir de materiales vegetales y otros restos
orgánicos. Estos materiales se someten a un proceso de compostaje, que es una
fermentación controlada. En el compostaje, los elementos orgánicos sufren una
transformación que se convierte en un excelente abono para las plantas. El compost es
un elemento muy popular en jardinería y agricultura.
Aunque es posible encontrar compost en tiendas especiales, también se puede hacer el
proceso en el hogar. Los materiales que se usan para el compost pueden ser restos
vegetales del jardín y también algunas comidas. También se usan el cacao, las
lombrices rojas, fermentaciones de estiércoles, gallinazas, mezclas de vegetales
composta dos, restos agrícolas, orujo de uva, y muchos más. Además, puede contener
nitrógeno, fósforo, potasio y algunos micronutrientes.
18. Como se elabora el compost:
Para hacer compost puedes aprovechar los residuos vegetales del jardín y del hogar en
vez de tirarlos a la basura. El compost es un abono orgánico que te servirá para
mejorar la tierra del jardín y para alimentar tus plantas. Se dice que por cada 100
kg de restos orgánicos se obtienen 30 kg de abono. Ahorros fertilizantes químicos. La
composta se forma de desechos orgánicos.
La materia orgánica se descompone por vía aeróbica o por vía anaeróbica. Llamamos
"compostaje" al ciclo aeróbico (con alta presencia de oxígeno) de descomposición de la
materia orgánica. Llamamos "mecanización" al ciclo anaeróbico (con nula o muy poca
presencia de oxígeno) de descomposición de la materia orgánica.
19. Ingredientes de la composta
Cualquier material biodegradable podría transformarse en compostaje una vez transcurrido el
tiempo suficiente. No todos los materiales son apropiados para el proceso de compostaje
tradicional a pequeña escala. El principal problema es que si no se alcanza una temperatura
suficientemente alta los patógenos no mueren y pueden proliferar plagas. Por ello, el estiércol, las
basuras y restos animales deben ser tratados en plantas específicas de alto rendimiento y sistemas
termofónicos. Estas plantas utilizan sistemas complejos que permiten hacer del compostaje un
medio eficiente, competitivo en coste y ambientalmente correcto para reciclar estiércoles,
subproductos y grasas alimentarias, lodos de depuración, etc.
Este compostaje también se usa para degradar hidrocarburos del petróleo y otros compuestos
tóxicos y conseguir su reciclaje. Este tipo de utilización es conocida como biorremediación.
El compostaje más rápido tiene lugar cuando hay una Relación Carbono/Nitrógeno (en seco) de
entre 25/1 y 30/1, es decir, que haya entre 25 y 30 veces más carbono que nitrógeno. Por ello,
muchas veces se mezclan distintos componentes de distintas proporciones C/N. Los recortes de
césped tienen una proporción 19/1 y las hojas secas de 55/1. Mezclando ambos a partes iguales se
obtiene una materia prima óptima.
20. Técnicas de compost:
Composta dores hechos con RSU (Residuos sólidos urbanos).
Existen variadas técnicas de compostaje, las que se ajustan a diferentes necesidades; la
elección de una técnica u otra depende, entre otras cosas, de la cantidad y tipo de material a
procesar, inversión disponibles y disponibilidad de terreno, complejidad operacional y del
producto final que se quiere obtener. [1] Los distintos sistemas están determinados por los
mecanismos de aireación que se utilizan en el proceso, generalmente los podemos agrupar
en: aireación pasiva, aireación forzada, y aireación por volteos del material.
Compostaje en pilas estáticas: se forman pilas de reducida altura, que se dejan sin
movimiento, ventilándose naturalmente por un proceso de convección térmica natural.[2] En
este procedimiento no se tiene temperatura, los procesos son los naturales a températe